Llevamos a nuestro gato porque estaba perdiendo mucho peso en poco tiempo y nos dijo que estaba demasiado gordo y que tenía que perder más peso, después de insistir le hizo una analítica y nos dijo que tenía el riñón con riesgo de insuficiencia renal, su respuesta fue que no sabía que medicina darnos para este problema, tardó tres días en darnos la receta para el medicamento del riñón. Al mes le llevamos a otro veterinario y con una exploración rutinaria detectó que había algo más que el riñón afectado y le hizo más pruebas, informándonos que llevaba dos meses con cáncer y que tenía que ser ingresado de manera urgente. Por su falta de interés nuestro gato ha sufrido durante un mes. Le damos una estrella para poder dar una reseña, pero desde nuestro punto de vista, el veterinario es nefasto como profesional. Todos los veterinarios que han visto a nuestro gato se han llevado las manos a la cabeza con el diagnostico de este señor. Desde luego no volveremos ni se lo recomendamos a nadie.