Me faltan palabras para agradecer a Patricia la magia que ejerce sobre mi Sam, que la ama, y al que ha salvado la vida por segunda vez. La primera fue en 2018 cuando lo recogimos de la calle casi muerto y tuvimos la suerte de que, entre todos los veterinarios que atendían en la Clinica donde lo llevé, le tocara ella que lo trató con un amor tremendo y lo resucitó, porque lo que hizo con él fue devolverlo a la vida. Después, cuando dejó de trabajar allí, le perdí la pista.
Hace unas semanas empeoró mucho con la Leishmania y en una urgencia pregunté a la encargada de Adopta en acción, protectora de la que soy socia, a quién podía acudir. Me dijo que Patricia ya tenía su propia Clinica. Le atendió estupendamente en la urgencia y mejoró mucho.
De pronto un día no se tenía en pie, tenía temblores tremendos y creía que se me moría o que tendría que dormirle. Acudimos desesperados y ella supo rápidamente qué pasos dar. Consiguió salvarle de nuevo y tras tres días de ingreso en los que le dio todos los cuidados y cariño del mundo, Sam empezó a mejorar de un modo que a todos nos dejó boquiabiertos.
Creo que realmente lo suyo es magia y el vínculo que tienen mi perro y ella hace que me emocione solo de pensarlo.
Gracias, gracias y mil gracias.