A mí gata siempre la llevo ahí, desde que la recogí de la calle cuando tenía un añito, y siempre he estado muy contento de mi decisión. Inma es una muy buena veterinaria, un encanto en el trato personal y siempre me ha inspirado confianza. Aún viviendo en Borriol no he dejado de acudir a ella siempre que mi niña se ha puesto malita. Y Carla no le va a la zaga. Las dos forman un muy buen equipo. Les estoy agradecido.