Hace unos años llevé a mi perrita a este centro. Ella no comía mucho, le costaba subir las escaleras y estaba muy débil. La habíamos llevado a un par de veterinarios y cada uno nos daba un diagnóstico diferente (la cadera, las articulaciones, está mayor,…). Cuando llegamos a este veterinario le hicieron pruebas y le detectaron un tumor. En ese momento se nos cayó el mundo, estábamos en shock y lo único que hizo la veterinaria que nos atendió fue acusarnos de tratar mal a nuestra perrita y de no haberle dado los cuidados necesarios. Nadie tiene el derecho de juzgar la situación de una familia sin conocer lo mucho que se ha luchado por uno de los miembros más importantes de la casa. Mi perrita llevaba conmigo desde 2006 y sin duda era lo más importante para mi. En un momento tan delicado, esa veterinaria nos hizo sentir culpables de algo que estábamos intentando solucionar desde hacía tiempo. Por lo tanto, la Clinica está capacitada para detectar los problemas pero el personal no está capacitado para tratar con sus clientes. Sin duda hicieron que un momento terrible se convirtiera en un momento aún peor. Sensibilidad y empatía menos 0.
