Mi perro se puso malo un sábado y no pude contactar con ningún veterinario que pudiera atenderlo. Gracias a Antón, no sólo lo atendió sino que además lo hizo en la comodidad de mi casa, sin desplazarnos y evitando así más molestias para el perro en el trayecto. Tanto el trato como la profesionalidad inmejorables, me sentí como si me visitara un amigo, y mi perro ya está estupendamente. Gracias por todo de corazón.