Gerardo es uno de los veterinarios que ya no quedan. Acudí a él desesperada, y estuvo una hora hablando conmigo y tranquilizándome. No sacó nada de ello, me mando pautas y se negó a sacarme el dinero en más pruebas y me hacían el seguimiento mediante wassap. Sincero, cercano y con conocimiento. Por lejanía no volví, pero estoy muy agradecida porque me tranquilizó mucho y me orientó de lo que debía hacer.