Adopté a mi perro hace dos años y un día de repente empezó a chillar y no podía subirse ni al sofá. Resultó tener una lesión crónica en el sacro y no me daban muchas alternativas. Empecé a ir a veterapia, y con rehabilitación una vez al mes…
Adopté a mi perro hace dos años y un día de repente empezó a chillar y no podía subirse ni al sofá. Resultó tener una lesión crónica en el sacro y no me daban muchas alternativas. Empecé a ir a veterapia, y con rehabilitación una vez al mes…