El trato siempre ha sido perfecto y amable, a diferencia de otros veterinarios se nota que tienen vocación de ayudar y atender a los animales como se merecen. Tengo un perro y dos gatos y aunque no les guste subirse a la mesa siempre están encantados de ver al personal y les tienen mucho afecto, lo cual dice mucho de las profesionales que trabajan allí, los hacen sentirse seguros y queridos, a la vez que reciben la atención y los cuidados que necesitan de forma diligente y precisa.