Conocí a Gemma en el momento en que tuve que despedirme de mi perrita y, francamente, dentro de lo delicado de la situación, ella se portó de diez. Se ve que es una gran amante de los animales, y tanto a mí como a mi familia nos hizo sentir muy acompañados en todo el proceso. Como veterinaria es estupenda, pero como persona, lo es todavía más. Muchísimas gracias por todo!