Llevé a mi gato a su veterinario porque está malito. Le diagnosticó sin hacerle ningún tipo de prueba.
Es verdad que la medicina pinchada le hizo efecto y tiene una leve mejoría con el tratamiento, pero mi percepción es «sacacuartos». Allí parecía que le tenía miedo a los animales, algo despistada, se le olvidaba mandarnos cosillas.
Pero por la noche mi gato estaba peor, y cuando le pregunté si era normal su respuesta fue que le hiciera una analítica. No me dijo si era normal, no me tranquilizó, solo quería que le pagara más. Le volví a responder y no me ha respondido a día de hoy. Le pregunté después de su consulta por pienso especial y sólo me intentó vender el de su consulta, no me recomendó ningún otro.
Además, al preguntar precios las respuestas no tenían coherencia.
Muy descontenta, la verdad.