Una de les peores experiencias de nuestra vida.
Nos gustaría diferenciar entre el personal y la dueña; un personal atento y profesional, que se ve mermado por las exigencias e inutilidades de la dueña, que solo hace que estorbar y preocupar a los dueños, metiendo miedo con la vida del animal para luego cobrarte lo más grande.
Precios absolutamente carísimos y trato como si fuera un taller mecánico de lujo, cero empatía y simplemente actitud de sacacuartos. No ve animales enfermos solo ve posibilidad de hacer caja con ellos.
A partir de aquí un veterinario sin más, totalmente prescindible si no quieres que te cobren 3000€ por una otitis o tengas que hipotecarte por una esterilización. Una vergüenza y decepción como persona y profesional.