El peor centro veterinario que he visto,las esperas son infinitas…el presupuesto ni se acerca a lo que es,le pides facturas y te ponen excusas para no mandarlas,mi cachorro tenía un problema en la oreja y no le daban ninguna importancia diciéndome que con el tiempo pasaría,al final decidí ir a otros veterinarios para tener distintas opiniones y confirmó mis preocupaciones,se trataba de un tumor y tuvieron que extirparlo,la única que merece la pena es la recepcionista(muy agradable en todas las consultas),al decidir que me quería abandonar el centro veterinario no quisieron proporcionarme las pruebas médicas (análisis y radiografías) para cotejarlas con otros veterinarios.