El trato por parte de ambas fue exquisito, y se implicaron mucho en el tema. Es más, un mes después llamaron para ver cómo evolucionaba todo (pérdida de pelo en una gata). No la he podido llevar presencialmente aún porque tiene pánico a salir de casa, pero buscaron la manera de ayudar a través de fotos y vídeos. Ya hemos conseguido (con meses de trabajo) que entre y esté cómoda en el transportín, así que, cuando pueda salir de casa tranquila, no dudaremos en llevarla allí. Sentí desde el principio que lo que de verdad les preocupa es el bienestar del animal. Totalmente recomendable.