De vacaciones aquí hace unos años llevé a mi mascota, hacía cosas raras con la boca me cobró la visita y una tableta de pastillas para lo que se le diagnosticó como ataques epilépticos. Al volver de vacaciones lo que la pasaba era que se la estaba cayendo una muela. Total mediqué a mi perra para algo que no tenía con un diagnóstico erróneo puesto que practicamente ni tocó al animal, un profesional lo habría detectado. No os la recomiendo