Experiencia muy mala, no sé cómo será con los perros, pero de gatos, la veterinaria de la sensación de no tener ni idea. Además, demuestra una falta de profesionalidad y empatía por el bienestar del animal, que nunca he visto antes. Te hace hacer mil pruebas, todas inútiles, haciéndote llevar al animal 5 veces para que ella vaya probando, con lo bien que lo pasan los gatos en los veterinarios… No le puedes debatir nada, ella es la veterinaria, claro, muy prepotente mirándote por encima del hombro. En ocasiones da la sensación de que se va al ordenador a buscar posibles diagnósticos, y todo esto mientras tu gato está cagado de miedo, rodeado de otros gatos que van apareciendo sin control por la habitación. Tras ver que no acertaba y que daba palos de ciego, llevamos el animal a otro veterinario y alucinaba con las pruebas que le había realizado, incluso con el tratamiento, que era contraindicado para lo que realmente tenía. (más de 300 euros a la basura) y un animal que, en vez de mejorar, empeora con el tratamiento, lo nunca visto. Me sabe mal poner esta reseña por el resto de trabajadores de la Clinica, que fueron muy atentos, pero como digo, yo me lo pensaría 2 veces antes de llevar a tu gato (y a saber los perros) Y si, ahora vendrá su típico comentario a esta reseña, que leyendo el resto que ha hecho, lo único que hace es demostrar su falta de profesionalidad. Los otros comentarios buenos que leo, deben ser conocidos suyos (o que quizás vino la virgen y acertó un diagnóstico) porque de verdad que no lo acabo de entender. ¡Suerte!
