El sitio es muy pequeño y no es agradable entrar. El dueño tiene mal humor, muy mal trato con el cliente y hace «consejos» que no son adecuados para tu mascota. Dudo que tengan algún estudio sobre animales. Me tuve que ir a otro veterinario porque el dueño no tenia ganas de trabajar o no entiendo muy bien. Si llego a hacer caso a sus recomendaciones no tendría gato.