La atención recibida durante nuestra visita al IVO ha sido de 10. La lista de espera para la visita no es tan larga (llame 3 dias antes). Las instalaciones son apropiadas (o al menos la sala de espera y la de exploraciones) para la cantidad de gente que hay por cita. En ningún momento me sentí agobiada porque hubiese mucha gente, me parece que gestionan bien tema agendas para evitar colapsar; la veterinaria que nos atendió (María) tuvo mucha paciencia con mi mascota ya que es un poco temerosa; se tomó el tiempo necesario para explicar detalladamente todo los procedimientos que realizaba así como el por qué e incluso adaptó la realización de alguna prueba a ella para que se sintiera más cómoda (estuvimos al menos 30 minutos en la consulta). Le hicieron varias exploraciones y alguna prueba para determinar qué le ocurría. Ha pautado el tratamiento y debemos volver en un par de semanas. Ya modificaré la reseña según como vaya el seguimiento (si procede). Al salir nos han dado unas chuches para Hela, quien sorprendentemente a pesar de estar asustada en todo momento se sintió tranquila mientras estaba siendo examinada, se nota que saben gestionar situaciones difíciles, nos lo han puesto fácil, muchas gracias!. La persona de caja también ha sido muy amable. El informe nos lo han enviado el lunes siguiente por correo (la visita fue un viernes) es bastante completo y expone todo lo que se habló durante la visita, también adjuntaron los resultados de la citología realizada. Me ha parecido un muy bien servicio, por decir algo no del todo bueno, entre que solicite la información de las visitas (la primera vez que contacte) y luego cuando contacte por segunda vez para agendar finalmente una, no pasaron más de 3 meses, periodo en el cual la primera visita pasó de 110€ a 147€ (aumentó 37€, si que se nota la diferencia). Solo espero que este aumento no sea cada tres meses porque por lo que me han informado, el seguimiento de Hela es para un rato. Hay parking justo al frente, no es problema aparcar.