No recomendamos para nada este lugar, el trato personal con mi mujer ha sido inhumano.
Sufrir la pérdida de un animal al que quieres es duro, pero lidiar con esta gente lo empeora todo.
Cuanto tratas con veterinarios por defecto piensas que tienen vocación y actúan con la mejor de las intenciones con el animal. En este caso no ha sido así y nos hemos sentido chantajeados por los miserables comentarios de estas individuas.
Han comparado a nuestra perrita con nuestros abuelos y nos han tratado como tacaños desalmados por no querer operar al animal que ya estaba agonizando y con un hilo de vida.
Pedimos otras opiniones en otros veterinarios y en ningún otro nos recomendaron operar, por la edad del animal, la gravedad de la infección y el estado de su riñón y corazón.
Entendemos que es un negocio y que no viven del aire, pero la facturación no puede ser a costa del dolor y el chantaje.