Hemos llegado de vacaciones y nuestra perrilla decidió saltar más allá de lo que creía. Tras pasar una noche tranquila pero atentos de ella hemos decidido ir a ver a Miguel. Su trato cariñoso con Min, su preocupación por cómo está y una profunda exploración nos ha tranquilizado. Nos ha planteado su seguimiento incluso fuera del horario habitual. Muy buen servicio.