Nuestros gatos eran incapaces de convivir, tras varias mudanzas y cambios estresantes. Por una parte, Rosana nos ayudó mucho a entenderlos, el lenguaje corporal, los comportamientos… No teníamos ni idea de todo lo que hacíamos mal; tras los cambios que nos fue sugiriendo, y después de un año y medio, tenemos una convivencia estable en casa, todos vivimos tranquilos y sin estrés. Muy agradecida, la verdad. Es cierto que las consultas no son baratas, que lamentablemente podrá ser un impedimento para según qué bolsillos, pero nos ha merecido la pena por los resultados. Era doloroso ver a nuestros gatos pasándolo mal y pagándolo el uno con el otro. Ahora todos somos felices 🙂