Las dos veces que fui, la experiencia fui muy mala. La primera le cortó las uñas a mi perro haciéndole sangre en casi todas las uñas.
Después de años volví por que mi perro estaba muy malito y también era muy mayor tenía 17 años, se.decidió ponerle la inyección por todo lo que estaba sufriendo. Pero aún estando yo en la consulta coge mi perro de la camilla y lo pone directamente en el suelo.
No me dejó estar ni dos minutos con él, fue una de las peores experiencias y de una frialdad y poca empatía que no olvidaré nunca.