Muy mala experiencia. Llevamos a nuestra perra a hacer una resonancia por problemas al bajar el cuello, y nos informaron que tardaría unas 3 horas. Pasadas las 3 horas, nos llaman para decir que aún no habían terminado, sin ninguna otra explicación. Nos presentamos allí, y resulta que había tenido una parada cardiorespiratoria. La perra no caminaba ni respondía, se había orinado encima y nos la devolvieron en un estado moribundo. Sin darnos ningun otro tipo de explicación, porque ni siquiera controlan las constantes ni la presión arterial antes de anestesiar, nos dijeron que no sabían que había pasado. nos la tuvimos que llevar corriendo a nuestro centro veterinario. Sólo dió la cara un chico joven que nos ayudó a trasladarla al coche. La peor experiencia en servicios veterinarios.