Tanto Mar (Marga) como yo estamos muy agradecidos por la profesionalidad y el buen trato de Alejandro y el personal auxiliar, tanto en Radazul como en La Cuesta, donde le hicieron la eco (no recuerdo el nombre del vete veterano de La Cuesta, que dio la «segunda opinión» sobre la eco, a quien también le estamos muy agradecidos).
Ha sido una gran alegría que le hayan cortado los vómitos y aliviado los dolores en tan poco tiempo, pero también dar con un profesional que me ha explicado con claridad lo que falta por hacer cuando pase esta crisis.
Con seguridad, nos quedan muchas visitas, porque mi viejita ya solo puede ir a peor, pero lo hará con la tranquilidad de estar en muy buenas manos, para que lo que le quede sea vida de calidad. Me llegó mucho lo que me dijo Alejandro: [más o menos] «No se trata de alargarle la vida, sino de que los ocho meses, el año o los dos años que le quedan, tenga calidad de vida». Comparto absolutamente esa idea y es la razón por la que la adopté, aunque sea duro que te lo digan así de claro.
(La foto es de recién adoptada; no me gusta hacer payasadas con los perretes, pero es que le quedan divinas de la muerte).