Fuimos con el perrete para que le mirasen el ojito.
Cosas buenas: la chica que nos atendió: un amor. Era rubia delgada muy mona,sobre los 27 años. Fué muy paciente y tuvo tacto con mi perro muy asustadizo. Precios razonables.
Cosas no muy positivas: cuando entramos había una chica morena joven también que al vernos entrar ni saludó e iba como un pato mareado de lado a lado (sería de prácticas) ,pero un poco maleducada.
Vimos el local no Muy limpio y un recogedor lleno de pelos en el hall de entrada que no da buena impresión.
A pesar de eso, en caso de accidente en Badajoz, repetiría 🙃