No recomendable desde mi experiencia. Hoy hemos acudido con nuestro perro y desde el primer minuto no ha tenido empatía ni hace por ganarse al animal y poder disminuir el miedo que le suelen provocar estas consultas (se ha quejado porque «decía que no colaboraba el perro»). Además la actitud del veterinario deja mucho que desear, mostrando en todo momento una actitud prepotente y altiva; hasta llegar al punto de querer realizar una prueba en el mismo momento sin explicarnos previamente en que consistía ni el diagnóstico diferencial. El trato nada comparable a la antigua Clinica San Antón.