Llevé a dos gatitas recién adoptadas, una tenía el doble de peso que la otra y SIN PESARLAS las puso la misma dosis de un medicamento. La gatita de menor peso estuvo muy malita, sin poder ponerse de pie ni sujetar la cabeza. Casi me mata a una de ellas…
En ningún momento me informó de lo que le había pinchado.
Volví a pedir la cartilla para saber qué había sido y ni siquiera la tenía hecha, me fui sin saber qué las inyectó.
Obviamente no he vuelto y no se lo recomiendo a nadie.
Otra conocida ha tenido también una mala experiencia con su gata.