Habíamos llevado a nuestro gato a esta Clinica anteriormente y no teníamos ninguna queja.
El problema viene cuando decidimos esterilizarlo, hace dos meses aproximadamente. Esa mañana al llevarlo a la Clinica se le dice a la veterinaria que tenía diarrea el animal, entonces no sabíamos si iban a poder hacer la intervención. Nos dicen que sí que sin problema, una hora después nos llaman que no pudieron esterilizarlo que al sedarlo por su estado debido a la diarrea y que estaba débil y por lo tanto tenía que quedar ingresado durante el día, por lo que ya no tuvo sentido sedarlo estando así. Además al ir a buscarlo a última hora de la tarde, el gato estaba en una jaula tapado con una manta y con claros signos de nerviosimo, pregunto por qué está así y me dicen que es muy nervioso (cosa que no es así ya que estuvo en otro veterinario y sin problema, por lo que deducimos que algo raro pasó ahí). Para colmo, cuando le van a quitar la vía, por la que le “administraron” suero para que se recuperara y posteriormente propofol para tranquilizarlo y poder quitársela, la cual estaba mal puesta y se le extravasó produciéndole hinchazón de la patita por el líquido. Por último para poder quitársela se pusieron unos guantes enormes que lo único que consiguieron fue ponerlo más nervioso de lo que estaba y una especie de brazalete cubriéndole la cabeza. La maravillosa estancia de nuestro gato en este veterinario en el que no le hicieron nada bueno, y que se podía haber evitado si fueran buenos profesionales y hubieran pospuesto la intervención fueron sobre 80€, ni una disculpa y volverlo miedoso.
No es cuestión del animal sino de los profesionales ya que estuvo en otro veterinario posteriormente y todo bien, por qué lo no recomiendo llevar ahí a vuestras mascotas y nunca volvería.
Varias negligencias de manual juntas .
