Orientación diagnóstica errónea y trato muy impersonal. Es la primera vez que voy a un especialista veterinario y me hacen la anamnesis de mi mascota en dos ocasiones en un mostrador de entrada. Las valoraciones hay que hacerlas con sus respectivos dueños delante que es quien tiene que dar información de la mascota y visualizar la exploración in situ. En un mostrador y sin estar presente no es la forma de evaluar a un animal. Crea desconfianza, falta de profesionalidad y empatía.