Incompetencia elevada al máximo exponente. Después de cobrar casi 200 euros por unas analíticas no supieron diagnosticarle a mi perrita Mili (q. e. p. d) diabetes pese haberles expuesto toda la sintomatología típica de esta enfermedad en los canes. Lo achacaban a algo hormonal y pedían más dinero para hacerle más pruebas… La sra. de la recepción con mimitos y latitas de carne, que por supuesto había que comprar in situ, pretendía que se curase. Aún estamos esperando vuestras disculpas…