Es una verdadera suerte tener a profesionales tan cerca de casa. Irene y su compañera fueron súper amables y cariñosas con Nala. No es el centro veterinario de confianza, ya que Nala vive con mis padres en otra provincia. Pero estaba pasando conmigo unos días en Sevilla y tuvimos que acudir por un pequeño resfriado de Nalita. Me ha encantado el cariño, la amabilidad y el mimo con el que han tratado a Nala. Tanto es así, que le he comentado a mis padres la posibilidad de cambiar a ellas de forma definitiva. Un diez por ellas. Mil gracias chicas.