Ojala todos los profesionales fueran como en Sada. Desgraciadamente tuvimos que irnos de Zaragoza y es una de las cosas que mas de echamos en falta. Un buen veterinario en el que fiarte. No te vende lo que no necesitas, no medica al animal lo que no necesita solo por venderte. Le da el trato que necesita.
Tres veterinarios conozco en Zaragoza, dos en donde vivo ahora. Ninguno como este. Lo que mas valoro es la sinceridad.