Lleve mi perro a la peluquería, y aparte de que lo dejaron fatal que no parecía ni él, el trato no me gusto, ya que cuando fui a recogerlo lo bajaron de la mesa tirando de la correa como si de un saco de patatas se tratara en lugar de cogerlo en brazos. Y viendo el resultado final el precio tampoco me parece excesivamente correcto.