Tanto María como Arturo son grandes y honestos profesionales. Yo adopté una perrita que estaba muy enferma, y gracias a la sabiduría, paciencia, dedicación e implicación de estos dos grandes veterinarios ,Sugar está sana y feliz.
Pero es que además te apoyan a ti,te animan por cada mejoría de tu mascota , te explican todo de un modo sencillo, para que lo entiendas.
Se lo recomiendo a todo aquel que quiera su peludo como a un miembro más de su familia.