Vicente, el veterinario, nos dió muy buena impresión. Es muy amable. Nos explicó todo perfectamente. Se nota que es un gran profesional.
Él solo cogió a nuestro gato y en un segundo le puso una inyección que ni se enteró. Donde llevábamos a nuestro otro gato los veterinarios no hacían nada, teníamos que agarrarlo nosotros mientras ellos le pinchaban. No me parecía profesional porque los veterinarios están más cualificados que nosotros para coger a un animal y tranquilizarlo, no ponerlo más nervioso. Por eso creemos que él si que es de verdad un veterinario que le gustan los animales y no te saca el dinero con tratamientos ni pruebas innecesarias. Seguiremos yendo allí. Estamos muy agradecidos.