Debería haber leído los comentarios antes de haber ido y me hubiese ahorrado 100€. Totalmente desprovista de sensibilidad y tacto, tanto hacia el animal como hacia el humano. Soberbia a raudales y muy, pero que muy poca empatía. La llamé por teléfono cuando me llegaron los medicamentos recetados para consultar una duda y me corta la llamada. Si no quería atender, simplemente que no lo coja. Seguidamente mando WhatsApp comunicándole mi preocupación y que necesito empezar a darle ya los medicamentos recién llegados y contesta: «no es horario laboral». Era un miércoles a las 20:30.
Por toda esa falta de empatía y consideración y por la primera visita en la cual ya se notaba su falta de tacto, decidí no ir a la segunda.
Seguramente, debido a su pronunciada soberbia, en vez de asumir la crítica e intentar mejorar como persona, obtendré una respuesta a la defensiva como en el resto de comentarios.