Reseña: Empecé con ellos en 2019...

Nombre
Adrián Pérez López
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Empecé con ellos en 2019 cuando adopté a mi gatita, las primeras revisiones y las vacunas fueron normales. Mi gata iba tranquila al veterinario y no solía dar guerra. Tras la castración todo cambió, cada vez que la llevaba a vacunar o cualquier cosa que le tocase esta se ponía muy nerviosa y era imposible casi tocarla allí, todo su forma de actuar era a la defensiva, como si tuviese miedo por una mala experiencia. El veterinario se limitaba a decir: «uy, esta gatita no era así, con lo bonita que es», o cosas como: «es que hay que traerlos más a menudo al veterinario». La última vez que la llevé a vacunar salí de allí con varias heridas en la mano, con ella sin vacunar y habiendo pasado un rato horrible tanto ella como yo. Pedí que si la podían ver en casa, darme alguna pastilla que la relajase o algo, a lo que la respuesta de este centro fue que me daban una jaula de contención, y que en mi casa la metiese ahí, así ya ellos actuaban. No me quiero ni hacer una mínima idea del estrés que habría podido provocar esto sobre mi gata. En resumen, un pésimo trato, en el que me da la sensación que cuantos más clientes vean por hora mejor. Hoy por fin he podido vacunar a mi gata gracias a otro centro en el que si han tenido la paciencia de tratarla poco a poco y se ha portado bastante bien. Así pues no recomiendo este centro veterinario debido a mi experiencia.

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