Llevé a un gatito callejero de un mes y medio porque un coche le dió un golpe y se le hizo una hernia inguinal.
Un veterinario anterior al que lo llevé me dijo literalmente «olvídate del gato, se va a morir».
Aún así, decidí luchar por el animalito y tener una segunda opinión, y lo traje aquí. Y solo puedo decir GRACIAS, así, en mayúsculas, porque no se merecen menos. El cirujano que es encantador, te responde a todas las dudas con toda la amabilidad del mundo, ha operado al gatito y aquí está, vivo. Han luchado por él con las mismas ganas que tenia yo de luchar. Gracias a todo el equipo que trabaja en la clinica, porque de verdad que sois de 10! ❤️