Profesionales muy amables, concientes y comprensivos, cuando se concurre a la consulta. Se procupan en preguntar todo lo que puede haberle ocurrido a nuestro amiguito y por explicar muy bien el tratamiento indicado para nuestro familiar no humano y asegurarse que se comprendió que se debe hacer y cómo. Y en el seguimiento del tratamiento, redoblan su profesionalidad.