Los conocí de forma desesperada cuando otra «veterinaria» me daba la solución de sacrificar a mi perra por un supuesto tumor cerebral. La lleve para tener una segunda opinión y resulta que era una infección de oído. Profesionales, humanos, mejor que humanos…perrunos. Su máxima preocupación son sus «pacientes» no sus «dueños».
Desde entonces sigo con ellos, me regalaron varios años más con mi amada Nuca.
El elegirlos como veterinarios es una de las buenas decisiones que tomas en la vida. Evidentemente habrá otros buenos veterinarios, pero con ellos sabes que no te equivocas.
Gracias por cuidar de nuestros «peludos».