Mi marido (de habla inglesa) ha ido a ponerle la vacuna de la tos perruna a nuestro perro. Después de hablar YO por teléfono con alguien de allí (en español) especificando lo que necesitábamos para que no hubiera confusion… mi marido ha llegado a casa con un pasaporte de perros (que NO habíamos pedido y no necesitábamos, puesto que viajamos con documentos oficiales estadounidenses), con la vacuna de la rabia (que ya llevaba y esta señorita ha visto previamente en sus records de vacunación), y SIN la vacuna que la tos perruna… y todo por el módico precio de 90 euros. Es que no me lo puedo creer. Las instrucciones eran muy simples: «mi perro necesita la vacuna de la tos perruna» punto.
