Estando de vacaciones unos amigos tuvieron que acudir con su perro y me pidieron que les acompañara. Encontramos a uno de los mejores veterinarios que he podido conocer, un tal Tulio, amable, cariñoso y un grandísimo profesional. Sólo por esta persona mereció la pena ir. El perro está estupendo gracias a él.