Cuando llevamos al gato que rescatamos dio positivo en varias enfermedades, desde ese momento pareció que daba igual lo que le pasara al animal, porque ya estaba enfermo.
Nos tuvo dándole antibiótico durante meses al tuntún cuando lo que le pasaba era que tenía un tapón en el oído enorme lleno de parásitos.
Incluso vino a atenderlo a casa en una ocasión y no trajo nada del instrumental necesario para revisarlo debidamente. Cambiamos de veterinario y el gato mejoró por momentos, de lo único que nos arrepentimos es de no haber cambiado antes porque podríamos haber mejorado su calidad de vida durante más tiempo y ahora nuestro angelito no está entre nosotros debido a una de las enfermedades que traía de la calle.