Desgraciadamente mi perro falleció en pandemia.
Durante los años que fuimos, siempre fueron muy amables, y era muy agradable verlos interactuar con el y demás animales con los que coincidía. Estaba encantada.
Blacky tenia problemas debido a la edad que tenía, así que fuimos varias veces, nunca me parecio caro, para mi, valía la pena ir, estuvo todo lo bien que podía estar dado su edad, con el tratamiento y los consejos que me dieron.
El último día, fue duro, pero me senti arropada allí, y me dejaron estar con el todo el tiempo que quise para despedirme.