Incompetencia profesional.
Después de acudir de urgencia con un perro recién atropellado nos atiende la veterinaria y nos indica mediante una radiografía que el animal tiene rotos dos huesos, tibia y peroné. Dos opciones: operación o que el hueso suelde con el tiempo. Nosotros, con dudas de qué hacer, la veterinaria se limita a mandar calmante dejando al perro como vino: la pata rota totalmente suelta, descolgada. Se le propone inmovilizar la pata con el fin de soldar y no mover la zona fracturada y se nos dice que no es necesario porque se lo iba a quitar. Cuando llamamos al día siguiente para exponer estos hechos y evitar reclamaciones se nos dice textualmente “no eres veterinario, no tengo nada que hablar contigo.” Es decir, además de incompetente, rozan la mala educación. Esta reseña no solucionará la incompetencia de la veterinaria de la Clinica, pero ojalá ayudara a que la gente supiera de este tipo de actuaciones, que demuestran las ganas de terminar su jornada pasando por alto a un animal que está con dos huesos fracturados y que salió de la Clinica de la misma manera que entró.