Llevé al gato con sangre en los oídos y al instante supo que tenía la tensión muy alta. La velocidad de reacción impidió que perdiera la vista y la vida. Desde entonces hace seguimiento de su salud, medicación, etc. ¡Así da gusto!
Llevé al gato con sangre en los oídos y al instante supo que tenía la tensión muy alta. La velocidad de reacción impidió que perdiera la vista y la vida. Desde entonces hace seguimiento de su salud, medicación, etc. ¡Así da gusto!