No hay palabras para describir la profesionalidad y ternura con la que María trata a los animales, en nuestro caso a Thor, que, desde que lo adoptamos con 12 días y en cada revisión, hasta hoy casi con 3 años, ha estado pendiente de él hasta el más mínimo o detalle. Ahora vivimos fuera pero siempre que podamos le haremos una visita porque se lo merece. Siempre le estaremos agradecida. Gracias María.