¿Qué decir de Isabel y Marta? Seguramente me quedaría corto. Siempre han vigilado a mis perras, siempre han acertado, siempre me han tratado bien, jamás han escatimado en pruebas, jamás han sido caras y, además son buenas personas y ésto para ellas, no es sólo un negocio. Les importan de verdad los animales. Vivo a treinta kilómetros, y sigo yendo allí siempre.