Llevé a mi perro que se había comido dos ibuprofenos mientras yo estaba en el trabajo.
Le hicieron analítica y me dijeron que no había nada que hacer que se iba a morir.
Aún así le dejaron ingresado todo el día.
Mientras estaba ingresado llamé a otro veterinario y le enseñé la analítica y me pidió que por favor recogiese al perro y se lo llevase porque no era cierto lo que me habían dicho.
No se enteran y sólo van a sacar dinero.
No recomendable