Estuvieron atendiendo a mis dos perritas durante 8 años. Una de ellas desde finales del año 2020, le empezó a crecer un bulto enorme, y después de la visita de rigor para asesoramiento me dijeron que lo mejor sería extirparlo porque tenía el riesgo de perder la pata delantera derecha…Empezamos con las pruebas, primero un ecografista confirmando que el tumor no afectaba a ningún órgano y aún teniendo la extensión brutal que tenía, se encontraba bien encapsulado; los análisis preoperatorios le salieron bien, incluso se dispuso de una anestesista a parte para controlar la anestesia.
Cuando operaron a mi perrita y fui a recogerla, me confirmaron que el tumor lo habían extirpado, 1 Kg pesaba aquella cosa, recogí a mi perrita a eso de 13:30 y desde la 17:30 hasta las 19:00 fueron horrorosos.
Una vez en casa no terminaba de recuperarse y a eso de las 17:00 de la tarde este establecimiento cerraba hasta el día siguiente por lo que empezamos a llamar a un hospital veterinario para asesorarnos.
Mi perrita empezó a no responder, tirada en el suelo, con la lengua con un tono azulado al igual que las encías hasta que dejó de respirar en mis brazos.
La llevamos a ese hospital veterinario, que será la última vez que vaya ya que una vez allí con mi perrita ya que el modo de recuperarla era chasquear los dedos delante de sus ojos y el resultado fue que evidentemente no respondía, no podían hacer nada, sin mirar con ningún tipo de aparataje …eso sí para sacar el cuerpo de mi perrita tapada en una manta de su hospital si que se dieron prisa a modo de mala prensa o pensar que había fallecido en el interior, todo muy profesional.
Un palo tremendo, enorme, la echamos muchísimo de menos y no tendría que haberse ido….sé que existía un riesgo, pero en teoría fue una «operación menor» como me dijeron y que todo iba a salir bien porque todos los riesgos se encontraban «controlados», de hecho no nos dijeron nada de que podía haber riesgos postoperatorios y a quién podíamos acudir si se presentaban problemas.
Evidentemente, este establecimiento para atenciones de nuestras mascotas peludas que sean sencillas es perfecto, pero para intervenciones serias, en mi opinión, descartado.
RESPUESTA AL COMERCIO.
Entendimos los riesgos, según vuestras palabras, eran mínimos porque sino no se hubiese operado o hubiéramos acudido a otros sitios ya que mi perrita se encontraba totalmente sana, sin problemas de salud, y entiendo que los riesgos pueden ser diversos, ya sea, desde una mala metabolización de los fármacos que se le aplicaron hasta una negligencia en la operación y que vosotras nunca nos lo vais a decir por posibles problemas legales. Nosotros perdimos a una criatura maravillosa, en mis brazos, ahogándose con su último aliento, y ,como bien decís, no existe consuelo y nunca lo habrá, aunque sería un alivio tener de nuevo a mi perrita a nuestro lado o que por lo menos, si el día de mañana excede de vuestras capacidades atender a algún animal que lo digáis y evitar estas desgracias en un futuro porque se pasa horrorosamente mal.
Gracias por vuestro tiempo, más o menos profesional, y por estos años de atención.