Les llevamos al perro de urgencia un sabado a las 8 de la tarde con lo que parecía un golpe de calor. Nos atendieron muy rápido y tras medirle la temperatura comprobaron que tenía fiebre, para la que lo trataron inmediatamente. En media hora el perro comenzó a encontrarse mejor. Lo mejor de todo el trato de los dos veterinarios que nos tranquilizaron y nos explicaron todo de forma amable. Y para terminar, a la hora de cobrarnos nos encontramos con un precio muy económico para lo que estamos acostumbrados a pagar. Totalmente recomendable.